Si antes de empezar esta asignatura (Literatura Española, Literatura Infantil y Educación Literaria) me preguntasen qué es para mí la literatura, diría que todo lo relacionado con los libros… no me pararía a contemplar la lengua oral como parte de la literatura. Y dentro del ámbito de los libros, diferenciaría la literatura como aquello que nos sirve como entretenimiento sin que tenga que aportar un conocimiento científico, o a la vuelta de la hoja encontremos alguna enseñanza.
La literatura, habría dicho, es lo que leemos por entretenimiento, y si hacemos referencia a la literatura infantil habría dicho que es lo mismo que la literatura dirigida a los adultos, sólo que cambiamos a éstos por niños…
Cuando comenzamos algo, en muchos casos creemos saber más de lo que realmente sabemos. A lo largo de todo el camino que hemos recorrido hasta llegar a la clase a la que hacemos referencia… ¿cuántas veces habremos oído la palabra literatura?, y ¿cuántas veces nos hemos preguntado qué es? La respuesta creo que es: ninguna; porque en caso de haberlo investigado antes, no tendría por qué haberlo dudado ahora…
Que nosotros creemos nuestra propia asignatura a través de las preguntas que nos surjan en el momento, es una forma de darnos cuenta de que si no tenemos interés en algo, no nos preguntaremos nada, y si no hacemos preguntas, no investigaremos, lo que nos llevará a saber nada, y… ¿qué clase de maestros seremos? Observar, preguntar e investigar…
Pero, ¿cómo investigamos?, no nos sirve la primera página de internet que encontremos, debemos discriminar de entre toda la información que la sociedad de las nuevas tecnologías nos hace llegar a diario, y contrastar diferentes informaciones sin quedarnos únicamente con una opinión… si a través del largo paseo que vamos a dar por la literatura, logramos aprender a observar, preguntar e investigar, sabremos qué hacer para que los niños que en un futuro dependan de nosotros como maestros, sepan curiosear y saciar dicha curiosidad.
Así pues, leamos, observemos, curioseemos, investiguemos y volvamos a leer, contrastar, observar y comparar para crear los cimientos de aquello que llaman saber.
Perfecto, perfecto. Esto es lo que yo pretendo ¡exactamente! :)
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