¿Qué es una de las cosas que más desea un estudiante de
magisterio? Pues… ¡¡vivir la realidad de un aula!!, ver cómo es el día a día de
niños y maestros, qué conflictos surgen, cómo se resuelven… ¡¡que razonamientos
tienen los niños!! Porque… cada una de sus cabecitas tiene una manera distinta
de pensar que casi siempre… ¡nos suele sorprender! Y esas tan esperadas
prácticas, que puede ser que en ocasiones hayan supuesto más un quebradero de
cabeza que lo que podríamos denominar como disfrute… ya tocan a su fin…
Imagino que la proxima semana, tal que un viernes por la
tarde, el ambiente se llenará de cierta tristeza, pues los niños y maestros que
el primer día nos resultaron extraños, en el mejor de los casos, se han
convertido ahora en compañeros de aventura con los que, al menos en mi caso, no
solo me han enseñado y de ellos ha sido de quienes he aprendido, sino que,
¡¡con ellos me lo he pasado genial!!
Y de esos momentos tan buenos surge el título de esta
entrada: ¿Qué os parece si nos ratonizamos?, y es que dicho así, puede ser que
pocas personas me vayan a entender, pero sí lo comprendereis cuando nombre el
divertido libro que a Roald Dahl se le ocurrió escribir: “Las Brujas”…
Si en algo se caracteriza el “cole” donde he pasado los
casi tres últimos meses, es en dedicar gran parte del tiempo y esfuerzo por
parte de los maestros a la lectura, ¡¡cosa que me encanta!!porque si alguien ha
leído entradas anteriores que pueden encontrar en este blog, podrán comprobar
que uno de mis “vicios” más confesables son… ¡¡los libros!!
Pues bien… y volviendo a nuestras brujas: ciertos días a
la semana, en ciertos momentos, el maestro lee un cuento a los niños… poniendo
en práctica aquello que tan bien conocemos y que llamamos animación a la lectura,
y curiosamente, el libro elegido en esta ocasión, hablaba de las brujas…
Su trama gira alrededor de un niño huérfano que, junto a
su abuela (con quien vive en Noruega
tras la muerte de sus padres), viajará a Inglaterra por cuestiones personales pero, tiempo después, ese
viaje terminará siendo toda una aventura que les permitirá a ambos vencer a las
brujas de aquel país.
Por lo general, estas hechiceras conviven con el resto de
la población como si fuesen personas normales. Sin embargo, el día de la convención
anual de brujas, demostrarán que no son tan pacíficas como aparentan al dar a
conocer su propósito de eliminar a todos los niños de la Tierra, a través de
una fórmula secreta capaz de convertir a los pequeños humanos en ratones.
Nuestro protagonista, sin quererlo, es testigo de la
reunión anual que estas brujas celebran en un hotel de la ciudad, y no sólo
escucha cuál es la fórmula de ese extraño ratonizador sino que además,
comprueba como un niño muy glotón es convertido en ratón sin sospechar que… ¡¡Y
hasta aquí puedo leer!!No queramos descubrir, lo que promete ser un gran final…
Pero… ¿qué relación tiene todo esto?, fácil… una de las
brujas que Roald Dahl creó, se llamaba Beatriz, lo que se sumó a la curiosidad
que ya de por sí, los niños sentían hacía mí… y las preguntas sobre mi edad no
hicieron más que hacer aumentar un clamor general… “¡¡La profe de prácticas es
bruja!!”… clamor que se prestó a hacer una divertida animación…
Después de pactar
con los tutores de todo el primer ciclo de primaria el día y momento en
que se haría la animación, y haciendola coincidir con la semana literaria…
¡¡todo estalló!!, y es que… efectivamente… la profe en prácticas se mostró como
la bruja que creó el ratonizador y al “cole” lo llevó…
Una siniestra biblioteca en la que las luces apagadas y
las persianas cerradas, hacían relucir brillantes velas que sobre oscura tela
se encontraban… y que iluminaban calderos y botellas, de cosas espeluznantes
rellenas, era el escenario ideal para que la bruja se diese a conocer…
Brebajes y pócimas esperaban a ser probados por los
inocentes niños, que engañados por sus amados maestros, ¡¡allá fueron a
aparecer!!, mientras la loca bruja no hacía mas que entre estridentes
risotadas, sus conjuros exponer…
¡¡Magia potagia de
pies a cabeza, este conjuro se enfrenta a las leyes de la naturaleza...!!
Pelos de araña y uñas de erizo, ¡¡¡son los ingredientes para este hechizo!!!
Legañas de zombi, medusas en salsa...
Lluvia de estrellas, polvo de mar, vientos polares, aurora boreal...
Brujas y hechiceras, ¡¡lo digo de veras!!, vienen por el mar, ¡¡en breve
llegarán!!
Bebe mi brebaje y toma mi dulce chocolate, cuenta hasta diez... ¡¡y
ratonízate!!
Los niños, expectantes, veían
como los conjuros y hechizos lanzaban espuma blanca y después de rojo se teñían… observaban como esa bruja
sin parar decía… “Un, dos, tres… ratonízate!!”, y veían como los compañeros más
osados, probaban lo que parecía un rico zumo recién preparado…
Mas la siniestra bruja al fin se
descubrió… y gran risa a los niños causó el descubrir que tal bruja fea y mala
no era otra que la profe de prácticas… y así fue como despedimos nuestra semana
literaria, que con una gran gymkhana comenzó, pero esto es otra historia digna
de ser contada en otro ocasión…
¿¿Y ahora??¿¿Que cómo me llaman
por los pasillos del cole??... No lo dudéis, pues cien niños corean: ¡¡Bruja
Bea que se te ve!!